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Fjóla Evans, músico canadiense nacida en Ottawa, pero que vivió hasta su adolescencia en Islandia, estrenó el pasado viernes 16 su obra «HRAUNFLÆÐI«, que en islandés significa «flujo de lava» en un programa especial de la Toronto Symphony Orchestra (TSO), que incluía obras de otros dos jóvenes compositores, la sinfonía número 1 de Shostakovich y el Concierto para piano y orquesta número 3 de Rachmaninov, interpretado por la pianista china Yuja Wang. Tuvo lugar en el Roy Thomson Hall de Toronto.
El sábado 17 y el domingo 18 se repitió el programa en el citado auditorio de la capital de la provincia canadiense de Ontario. El domingo 18 tuvimos la oportunidad de acudir y presenciar no sólo los aplausos y peticiones de bises para la reconocida pianista (al final, hizo dos), sino también la gran acogida que el público brindó a Evans.
Evans se inspiró en la lava del volcán Fagradalsfjall. Aunque su erupción se produjo en 2021, cuando Fjóla pudo ver la lava en 2022, todavía no se había solidificado y su sonido, sus olores y su presencia se quedaron grabados hasta pasar a su música.
